Beatriz Díaz Carrasco: “Somos grandes ejecutores en la prevención del riesgo cardiovascular”

Beatriz Díaz Carrasco: “Somos grandes ejecutores en la prevención del riesgo cardiovascular”

Beatriz Díaz lleva 14 años ejerciendo como farmacéutica comunitaria. Un recorrido, que le ha permitido formarse en Dietética y Nutrición, realizar un MBA para gestionar desde un punto de vista empresarial la oficina de farmacia y gracias a su consejo farmacéutico, dispone de una gran comunidad de seguidores en redes sociales. Hablamos con ella sobre su carrera.

Beatriz Díaz Carrasco

Beatriz Díaz Carrasco

Beatriz Díaz Carrasco es farmacéutica comunitaria, especializada en dietética y nutrición. 

Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces como farmacéutica? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutica?

Llevo ejerciendo 14 años en oficina de farmacia. La carrera siempre había estado entre una de mis principales opciones, porque en mi familia hay varios farmacéuticos y desde bien pequeña he tenido mucha influencia de la profesión.

De las salidas que ofrece la carrera de farmacia, ¿por qué te decantaste por trabajar en la farmacia comunitaria?

Es la salida más inmediata y la verdad, me gustó ese trato que se tiene con el paciente y la cantidad de cosas que se aprenden en el día a día en el mostrador. Pero nunca cierro la mente a explorar otras áreas de la Farmacia.

Hemos visto que estás especializada en Dietética y Nutrición y además tienes un MBA. ¿Qué te llevó a especializarte en estos campos?

Si, creo que hoy en día, complementar la formación es imprescindible para el desarrollo profesional. Dietética y Nutrición la estudié en la Universidad de Alicante para reforzar y poder ofrecer mejor asesoramiento nutricional en la farmacia y quién sabe, por tener otra área en la que moverme.

Y el MBA, lo cursé porque para la gestión de una oficina de farmacia es necesario tener nociones en materia empresarial en todas y cada una de sus áreas. Esa visión de empresa es algo que no se ofrece en la carrera de farmacia y si quieres explorar otras áreas fuera de la farmacia también es importante tener una formación de este tipo; te ayuda mucho a abrir la mente.

En las oficinas de farmacia en las que has trabajado, ¿qué servicios eran los principales que se ofrecían? ¿Cuál destacarías especialmente?

Los servicios que se suelen ofrecer, además de ese asesoramiento farmacéutico a través de la dispensación activa, suelen ser los de nutrición, ortopedia, óptica, valoración de parámetros como glucosa, colesterol, tensión arterial…

Destacaría, algo que a priori puede parecer una banalidad como es la toma de tensión arterial, desde la farmacia comunitaria ejemplifica claramente nuestra “bandera” de prevención, ya que son muchos los casos que se suelen derivar al médico por primera vez, ante una sospecha de hipertensión arterial no diagnosticada. Esto mismo ocurre con los niveles de glucosa y colesterol. Podríamos decir, que somos grandes ejecutores en la prevención del riesgo cardiovascular asociado a patologías como hipercolesterolemia, hipertensión arterial y diabetes.

¿Qué herramientas de comunicación has utilizado normalmente con los pacientes en la farmacia?

La comunicación con el paciente la llevo a cabo en la mayoría de las veces en el mostrador de la farmacia, y desde la pandemia, han aumentado algo más las consultas telefónicas. En cuanto a las herramientas de comunicación, siempre he creído que en el mostrador de la farmacia hay que saber escuchar de forma activa para poder cubrir las necesidades del paciente.

¿Y con los médicos? ¿Qué comunicación has mantenido cuando has estado en oficina de farmacia?

La comunicación con los médicos depende mucho de la situación de la farmacia, en aquellas que están situadas cerca de un centro médico, la relación con éste suele ser cercana y la información es más fácil de compartir. Sin embargo, para aquellas farmacias que no están en dicha situación, yo diría que la comunicación es simplemente la información que se obtiene del paciente a través de la medicación.

¿En qué momento de tu vida decides comenzar con tu propia web y a divulgar a través de redes sociales? ¿Qué te movió a comenzar con este proyecto?

Todo empezó durante una baja maternal, cuando nació mi primer hijo. Siempre he pensado que la información que se da tras el mostrador, era necesaria trasladarla a más gente.

Hoy en día, eso ya no pasa tanto, la gente está mucho mejor informada, porque hay grandes compañeros divulgando en materia farmacéutica.

¿Cómo seleccionas los temas sobre los que comunicas? ¿Tus seguidores te hacen llegar peticiones con sus dudas?

Escuchando y observando las necesidades de los pacientes y de mis compañeros de profesión. Además de tener en cuenta la estacionalidad y las necesidades que surgen en cada época del año por las patologías que son más frecuentes.

Sí, suelo tener consultas a través de las redes sociales sobre dudas y aportaciones muy interesantes.

¿Qué papel crees que juegan las redes sociales en el acceso a la información sanitaria? ¿Qué rol consideras que debe jugar el profesional farmacéutico en este aspecto?

Creo que es clave que el farmacéutico tenga presencia, cuantos más compañeros seamos los que divulguemos, mejor. Nuestro rol, es el de ofrecer información desde el rigor, sobre el medicamento y su uso responsable.

Además de ofrecer aquella información especializada en materia de autocuidado, ya sea a través de la dermofarmacia, la ortopedia, la nutrición, etc… Hoy en día, entre los que estamos en esto de la divulgación, claramente nos diferenciamos por estar más enfocados en un área o en otra en función de nuestra especialización, pero nuestra base, siempre será el medicamento. 

 

En el mundo digital, como en el físico, creo que es clave ganarse la confianza del paciente, a través de la constancia, el rigor y la profesionalidad

 

Entre tanta información y tantas fuentes en el mundo digital, ¿cómo pueden los pacientes identificar qué contenido es fiable? ¿Qué consejos les darías?

En el mundo digital, como en el físico, creo que es clave ganarse la confianza del paciente, a través de la constancia, el rigor y la profesionalidad. En el mundo digital, debemos ser “transparentes” en nuestro saber y no solo decir la formación que tenemos, sino, demostrar lo que sabemos.

Mi consejo para esos pacientes es que aquello que les genere confianza, seguramente será fiable, pero para saber si un contenido es fiable, lo más recomendable es contrastar y revisar las fuentes.

¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?

La imagino enfocada a una farmacia más asistencial (mientras se nos deje hacer).

Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?

Lo primero que la disfrute y, en segundo lugar, que no tiene por qué preocuparse, porque al terminar tendrá muchas puertas profesionales abiertas.

 

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