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Competencias para educadores y formadores de farmacia

La FIP presenta un marco de competencias dirigido a todos los profesionales del ámbito de la educación en farmacia.

La Federación Internacional de Farmacia (FIP) ha presentado un marco de competencias global para el sector de la educación en farmacia. El estudio ha sido presentado en el marco del 80 Congreso de la FIP, que se celebró en Sevilla del 18 al 22 de septiembre de 2022. [1]

Este no es el primer marco de competencias creado por la FIP para fomentar el desarrollo del profesional farmacéutico, pero sí que se trata del primer recurso de competencias que se elabora para educadores y formadores de farmacia a nivel mundial. Este estudio se beneficia de la experiencia previa de la Federación en la creación de este tipo de marcos, además de aportar herramientas de autoevaluación y desarrollo profesional. [1]

 

Qué dice el estudio

El documento, titulado “The FIP Global Competency Framework for Educators & Trainers in Pharmacy (FIP-GCFE)”, está dirigido tanto a instituciones académicas como a profesionales de farmacia y educadores individuales. Los autores quieren que este marco ayude a desarrollar la formación y educación farmacéutica de forma global. [2]

En el informe se destaca que los educadores son los principales actores a la hora de asegurar la calidad de la formación en farmacia. Como tales, son los encargados de reforzar los conceptos clave que pueden determinar el nivel, como pueden ser [2]:

  • Adaptar la educación a las necesidades del contexto.
  • Establecer una estructura efectiva y promover una planificación estratégica.
  • Preparar a graduados competentes y resolutivos.
  • Crear un compromiso de mejora continua.
  • Establecer una base científica potente para todas las actividades.
  • Acercar la teoría científica a la práctica laboral.
  • Fomentar la empatía y los valores profesionales.

 

Competencias más demandadas en los profesionales de la farmacia

Las competencias de un profesional de farmacia son variables, ya que perfiles como técnicos de farmacia o auxiliar en farmacia responden a unas necesidades particulares. No obstante, se pueden encontrar una serie de competencias principales que el estudio de la FIP destaca y agrupa en seis principales categorías.

Cada categoría incluye varios indicadores, que a su vez se definen en tres fases de comportamiento según avanza el proceso. Las competencias y algunos de los indicadores recogidos son: [2]

 

Educación, formación y desarrollo

Ser un modelo a seguir, ejercer de mentor, realizar y planear los planes educacionales, fomentar el desarrollo profesional, adaptar el contexto educativo a los contextos prácticos reales, participar en el diseño del currículo educativo, etc.

 

Investigación, evaluación y becas

Identificar carencias en la evidencia científica, desarrollar y evaluar protocolos de investigación, generar evidencia adecuada para la enseñanza y aplicarla, establecer alianzas de investigación con otros profesionales, etc.

 

Práctica profesional experta

Conocimiento y habilidades generales como farmacéutico, práctica experta en la enseñanza y aprendizaje, habilidades analíticas, resolución de problemas, gestionar la incertidumbre, autonomía profesional, etc.

 

Trabajo con otros

Habilidades de comunicación (motivación, negociación, empatía, persuasión, escucha activa, empoderamiento, etc.), habilidad para el trabajo en equipo y reconocer los propios límites, participación en equipos multidisciplinares, etc.

 

Gestión, estrategia y planificación

Responder y adaptar actividades a las necesidades educativas, utilizar los recursos de manera efectiva, mantener unos estándares de educación altos, gestión de proyectos, gestión de cambios, planificación estratégica, etc.

 

Liderazgo

Entender el contexto estratégico, comprender e influir en procesos de gobierno, alinearse con los objetivos de la organización, innovar y mejorar la calidad de los servicios, demostrar motivación para conseguir los propios objetivos.

 

Este impulso de las competencias educativas farmacéuticas debe ir acompañado, necesariamente, de una inversión en formación. Según afirma la FIP se trataría de una inversión en salud, ya que existe una relación directa entre el nivel de desarrollo económico de un país con esta inversión: una mayor apuesta por los profesionales se correlaciona con un PIB mayor. [3]

 

Descubre más:

La dispensación de medicamentos hospitalarios en farmacias durante la pandemia 

 

Referencias

[1] La FIP define competencias y comportamientos globales para apoyar a los formadores de farmacia en su desarrollo profesional. Pharma Market. Disponible en: https://www.phmk.es/farmacia/la-fip-define-competencias-y-comportamientos-globales-para-apoyar-a-los-formadores-de-farmacia-en-su-desarrollo-profesional [Acceso: 21/10/2022]

[2] The FIP Global Competency Framework for Educators & Trainers in Pharmacy (FIP-GCFE). FIP Academic Pharmacy Section. Disponible en: https://www.fip.org/file/5235 [Acceso: 21/10/2022]

[3] El liderazgo de la Farmacia en tiempos de crisis. El Global. Disponible en: https://elglobal.es/congreso-nacional-farmaceutico/el-liderazgo-de-la-farmacia-en-tiempos-de-crisis/ [Acceso: 21/10/2022]

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