Héctor Castro: “Esta pandemia ha obligado a la farmacia a reinventarse”

Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces de farmacéutico? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutico?

Llevo 18 años ejerciendo como farmacéutico. Me incliné por la farmacia por tradición familiar. Mi padre me enseñó a querer y disfrutar de esta maravillosa profesión desde pequeño. Yo aprendí farmacia por inmersión. Me pasaba muchas horas en ella y, a pesar de haber dudado entre otras salidas profesionales, en el momento de tener que tomar la decisión, pesó toda una vida viviendo la farmacia en casa. Creo que, si has vivido la farmacia desde pequeño, es difícil no enamorarse de esta profesión.

 

Háblanos un poco de la farmacia donde trabajas. ¿Cuánto hace que está abierta? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?

La farmacia donde trabajo está abierta desde hace 46 años en la misma ubicación, un barrio de A Coruña de tradición marinera que se ha ido transformando por el relevo generacional. En la actualidad vive un maravilloso mestizaje entre las nuevas familias jóvenes que se trasladan a él y los vecinos más veteranos, muchos de los cuales han crecido en el barrio con la farmacia. El momento en el que mi padre la ubicó allí, el entorno eran casas bajas, muchas de ellas unifamiliares, y zonas de cultivo. Nuestra farmacia nunca ha tenido una denominación concreta, simplemente “Farmacia Héctor Castro”, aunque mucha gente la conoce como la farmacia de Monelos, galón que tenemos compartido con nuestras farmacias vecinas, también situadas en la misma avenida.

 

¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?

Nuestro equipo está integrado por María José, Pilar y Ana, 3 farmacéuticas, además de mí.

 

“Si has vivido la farmacia desde pequeño, es difícil no enamorarse de esta profesión”

 

¿Qué servicios ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?

Los servicios más importantes que ofrecemos en nuestra farmacia giran fundamentalmente en torno al medicamento. El perfil de usuarios que tenemos en la farmacia es esencialmente gente de edad avanzada o sus cuidadores, pacientes que presentan múltiples patologías y que se benefician de la intervención directa de los farmacéuticos en su farmacoterapia. Por eso, nuestros servicios más destacados están dirigidos hacia ese objetivo, optimizar la farmacoterapia de los pacientes y maximizar los resultados de sus tratamientos. En la actualidad, destacaría la revisión de la medicación, el seguimiento farmacoterapéutico, el acompañamiento en los inicios de tratamiento, el trabajo en adherencia, la formulación magistral… Hay mucho trabajo a realizar en torno a la farmacoterapia de nuestros pacientes, y estos servicios nos ocupan la mayor parte del tiempo.

Aunque es cierto que, en la actualidad, destacaría también otros servicios que hemos concertado con el Servicio Gallego de Salud como soporte del sistema sanitario en la lucha contra la pandemia, jugando un papel muy importante en la vuelta a la normalidad en las condiciones más seguras posibles para la población. Servicios como los cribados realizados en las farmacias gallegas, la emisión de certificados o la declaración responsable del resultado de los autotest realizados en la farmacia para poder acceder a determinados establecimientos han sido fundamentales para facilitar el regreso a la normalidad a la población con las mayores garantías posibles. Pienso que han reforzado todavía más a la farmacia ante la sociedad, fortaleciéndola en ámbitos menos conocidos para la población como la salud pública. Esta pandemia ha obligado a la farmacia a reinventarse, pero creo que los farmacéuticos hemos estado a la altura de lo que la sociedad y el sistema sanitario nos ha demandado. 

 

¿Cuál es el perfil de cliente que visita vuestra farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?

El perfil de cliente que nos visita de manera generalizada son mujeres de edad avanzada que, normalmente, padecen varias patologías crónicas y que, en muchas ocasiones, son también cuidadoras de otros enfermos que tienen en su domicilio o en su entorno. Las propias características del barrio donde se ubica la farmacia hace que exista un tupido tejido social que funciona como una amplia red de apoyo entre vecinos a las personas que viven solas o que padecen una situación que requiera ayuda, por lo que es relativamente frecuente que acuda a la farmacia algún vecino en delegación del paciente, sabiendo que aquí encontrará, además de nuestros servicios, un lugar de apoyo vecinal, un lugar de alerta y de ayuda. En este sentido, tenemos la suerte de conocer bien tanto a las personas usuarias de la farmacia, como los tratamientos y patologías que padecen, por lo que se facilita nuestra labor no sólo desde el punto de vista asistencial, sino también desde el punto de vista social.

Este perfil de paciente no suele ser demandante de servicios, sino que, por sus propias características, suele responder mejor a la oferta del servicio desde la farmacia, al detectar nosotros algún problema relacionado con su medicación o con su estado de salud, ser debutante de alguna enfermedad o bien iniciar algún tratamiento nuevo y desconocido.

 

“Los servicios más importantes que ofrecemos en nuestra farmacia giran fundamentalmente en torno al medicamento”

 

¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?

Debido al entorno que tenemos, no muy acostumbrado a utilizar los sistemas digitales más recientes, somos muy clásicos en este sentido: teléfono y correo electrónico son los medios que utilizamos más frecuentemente. Sí es cierto que notamos un cambio en esta tendencia cada vez más acelerado. El uso de las nuevas tecnologías se incrementa de manera rápida en todos los tramos de edad y, evidentemente, nuestra farmacia, como ya han emprendido la mayoría, tendrá que ir buscando esas nuevas vías de comunicación con sus pacientes. La situación de confinamiento que hemos vivido ha sido un catalizador para generalizar de forma rápida e intensa el uso de todo tipo de herramientas de comunicación.

 

¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?

Por supuesto. En un enfoque centrado en el medicamento y que gira en torno a las personas, es fundamental colaborar con todos los profesionales que tienen algún tipo de responsabilidad sobre el paciente. No sólo colaboramos de manera muy activa con los médicos con los que, en general, mantenemos relación fluida y constante, sino también con enfermería, fisioterapeutas, psicólogos, logopedas, servicios sociales… Cualquier profesional al que acuda nuestro paciente debe estar accesible al farmacéutico. La colaboración multidisciplinar es fundamental para conseguir los objetivos de salud que acordemos con el paciente, e imprescindible para la continuidad asistencial. Esto es parte de la fuerza de nuestro trabajo, esa coordinación que, de otra manera, sería muy difícil conseguir para el paciente. Y aunque es evidente que la colaboración que nos encontremos del otro lado es muy variable, ya que depende de las personas, siempre debemos estar dispuestos a tender puentes con el resto de profesionales de cualquier ámbito asistencial, en beneficio de los pacientes.

 

“Es fundamental colaborar con todos los profesionales que tienen algún tipo de responsabilidad sobre el paciente”

 

Hablamos ahora de los programas de cribados de COVID-19 realizados este año en las farmacias coruñesas. ¿Qué valoración haces?

Anticuerpos, PCR en saliva, certificados y declaración de resultados de autotest de antígenos para acceso a hostelería y ocio nocturno.

Pues ha sido una enorme satisfacción ver que la administración sanitaria gallega fue la primera de España en contar con la farmacia como elemento capilar del sistema sanitario para poder llegar a toda la población, con independencia de donde resida. Esta iniciativa ha tenido especial impacto en un momento en el que el acceso de los ciudadanos a las estructuras de atención primaria se ha visto muy limitada. La farmacia ha sido el punto sanitario más cercano y accesible al ciudadano, remarcando su carácter durante toda la pandemia.

El piloto de detección de anticuerpos realizado en Ourense abrió la puerta a la realización de pruebas de detección de coronavirus en otras comunidades autónomas. Nos permitió ir avanzando para poder participar en cribados más estratégicos para la contención de la propagación del coronavirus, como las pruebas PCR en muestra de saliva, fundamental para la detección de asintomáticos ocultos entre la población, o la declaración de resultados de los autotest de antígenos que, mientras ha estado vigente en Galicia, ha servido para acceder a los locales de hostelería, al ocio nocturno, o participar en actividades como campamentos y celebraciones con más seguridad.

La valoración global, por lo tanto, es muy positiva. Hemos contribuido a detectar cerca de 800 casos en toda Galicia mediante los cribados con kit de saliva, participando cerca del 90% de las farmacias de la provincia, y con el apoyo fundamental de nuestra distribución farmacéutica, que puso a disposición de las farmacias y de todos los gallegos toda su capacidad logística para poder poner en marcha un procedimiento tan complejo como el que estamos todavía llevando a cabo.

 

Desde el COF Coruña, también se realizó la campaña #YoMeVacuno. ¿Cómo ayuda el farmacéutico comunitario al paciente con dudas sobre la vacunación?

Durante toda la pandemia hemos sido el centro sanitario más cercano y, probablemente, activo en la resolución de dudas y consultas sobre el coronavirus, en contacto cara a cara con los pacientes. En este tiempo hemos detectado numerosas situaciones en las que los rumores, las noticias falsas o las creencias consiguieron hacerse hueco en una sociedad que recibía un bombardeo constante de informaciones de diferentes medios: unos fiables, otros discutibles y otros sencillamente falsos. En este contexto, nos hemos dedicado a desmentir todos estos rumores con información fiable y contrastada, en sinergia con las acciones realizadas por diversos actores como desde el Consejo General, en colaboración con la iniciativa #SaludSinBulos, para desmentir este tipo de informaciones.

A finales del año pasado y ante la inminente llegada de las vacunas a España, nos encontramos con un escenario de miedos, incertidumbres, confusión y rumores entre la población, que nos llevó a lanzar una campaña dirigida a conseguir que los ciudadanos acudan a fuentes de información fiables, en especial en el mundo de las redes sociales e internet. Esto nos llevó a lanzar una llamada a fiarse sólo de los Top Influencers de este tema, utilizando la figura de Louis Pasteur como un Top Influencer en cuestiones de vacunación y haciendo un llamamiento para reforzar mensajes científicos y contrastados desde el punto de vista sanitario, con la figura del farmacéutico como fuente de información fiable. La idea era combatir la desinformación y trasladar confianza en este momento de incertidumbre, a la vez que aportar un respaldo como colectivo al trabajo de todo el sector sanitario durante esta pandemia. No hay que olvidar que los farmacéuticos somos los especialistas en el medicamento, y hemos contribuido en todas las fases de investigación, desarrollo y logística de distribución de la vacuna contra la COVID-19, además de contar entre los nuestros con muchísimos profesionales que son verdaderos Top Influencers en temas de salud, muchos de los cuales (más de uno ha sido Observador del mes también), también nos ayudaron y participaron en la difusión de la campaña.

 

“Durante toda la pandemia hemos sido el centro sanitario más cercano y, probablemente, activo en la resolución de dudas y consultas sobre el coronavirus”

 

¿Qué importancia crees que tiene la digitalización para el farmacéutico comunitario?

La sanidad, al igual que la sociedad, se encuentra en un proceso de constante evolución, en el que las nuevas tecnologías y la digitalización están jugando un papel fundamental. Para cualquier gestión en cualquier ámbito, ya casi es obligado tener ciertas destrezas digitales y, a nivel social, empezamos también a demandar esa posibilidad para relacionarnos con nuestro entorno. Esto es un cambio imparable que se ha visto acelerado de una forma asombrosa. En ese escenario, los farmacéuticos, como el resto de profesionales, nos vamos a tener que adaptar a lo que la sociedad nos demande. En el aspecto sanitario, especialmente en zonas envejecidas o de mayor dispersión poblacional y ruralidad, como Galicia, sigue siendo muy importante el contacto directo con los pacientes. Esa parte va a ser difícilmente sustituible, pero lógicamente el farmacéutico ha de tener su espacio en un entorno de salud digital y beneficiarse de las herramientas que la digitalización le pueda aportar. En este proceso, ya se ha avanzado en otros países, especialmente en aquellos que cuentan con modelos sanitarios con menor accesibilidad y cercanía del sistema al paciente. 

 

¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?

Pues creo que la farmacia evolucionará hacia un espacio de salud que sirva de apoyo al sistema sanitario, en el que descansen servicios que, en este momento, tienen barreras de acceso para los pacientes. Integrada en la Atención Primaria, en coordinación con el resto de niveles asistenciales y potenciando la colaboración entre farmacéuticos de los diferentes ámbitos. Nuestro sistema sanitario adolece de recursos limitados, no tiene capacidad de invertir sin límites, y la farmacia comunitaria, con el modelo que disfrutamos en España, ha demostrado, en los últimos años, ser un sistema eficiente que otorga capilaridad al sistema sanitario y ahorra recursos.

Esta es mi visión, cómo me imagino la farmacia del futuro, pero creo que la farmacia se construirá en conjunto, entre lo que la sociedad nos demande y lo que estamos construyendo hoy mismo todos los profesionales que la integramos. Es importante que tengamos claro hacia dónde queremos ir como profesión para conseguir esa farmacia que queremos en el futuro. Tenemos una gran responsabilidad.

 

“Especialmente en zonas envejecidas o de mayor dispersión poblacional y ruralidad, como Galicia, sigue siendo muy importante el contacto directo con los pacientes”

 

Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?

Pues hay algo que es imprescindible para todos los profesionales sanitarios, que es seguir estudiando, continuar formándose y mantenerse actualizado. Nuestra profesión exige actualizarnos de manera constante, y los abordajes de las enfermedades, los nuevos tratamientos, etc. nos exigen una formación continua que nos debemos. Pero, unido a esto, hay algo tan importante como los conocimientos, que es no perder de vista que trabajamos con personas. Con gente sana en ocasiones, pero fundamentalmente con personas que padecen enfermedades, que pueden estar sufriendo dolor, con personas dependientes, con sus cuidadores… El trato humano, el respeto a las personas, la confidencialidad y la empatía, son valores que nunca debemos olvidar, y que pienso deben estar en la impronta de cualquier farmacéutico que quiera ejercer su profesión de manera responsable y plena.

 

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