Es importante tener objetivos. Estos pueden ser laborales y se pueden establecer en la oficina de farmacia, pero es importante que haya espacio para los personales. Fijar objetivos permite tener una dirección clara para conseguirlos, o al menos, activar estrategias para alcanzarlos. La metodología OKR es un buen sistema para identificarlos, pero además permite realizar un seguimiento para saber el estado en el que se encuentran.