alergia polen

Manteniendo a raya las alergias

Casi un tercio de la población española padece algún tipo de alergia.

De acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), entre el 25% y el 30% de la población española sufre algún tipo de enfermedad alérgica, cifra que aumenta a niveles del 2% anual.

La rinoconjuntivitis (62% de los casos), el asma bronquial (23%), las reacciones de sensibilidad a medicamentos (17%) y la urticaria (10%) son los principales motivos de consulta médica por alergia en España, siendo los pólenes de las plantas, los ácaros y los epitelios de animales los alérgenos más importantes.

 

Aunque la primavera es la época del año en que más consultas sobre alergias relacionadas con el polen o los ácaros recibe la farmacia, también el otoño trae consigo un aumento de la sintomatología alérgica. Además, ya existe una cierta desestacionalización, causada, por ejemplo, por la contaminación atmosférica.

El papel del farmacéutico en los casos de alergia abarca desde la prevención, con la divulgación de medidas higiénico-sanitarias para reducir la exposición a los alérgenos, la indicación de medicamentos sin receta médica para el tratamiento de cuadros alérgicos y su seguimiento farmacoterapéutico, hasta la derivación de pacientes al especialista.

 

 

 

La importancia de una buena anamnesis

 

Ante un caso de posible alergia, es muy importante que interactúes con tu paciente con el fin de conocer:

  • Los síntomas: dependiendo del tipo de alérgeno y de la puerta de entrada pueden variar. Hay que tener en cuenta que la congestión nasal, los estornudos o la conjuntivitis pueden ser síntomas de distintas enfermedades, no sólo de una alergia

     
  • Problemas médicos adicionales y medicación: para evitar problemas de interacción con la medicación. Muchos descongestivos, por ejemplo, están contraindicados en pacientes hipertensos y en pacientes cardiópatas

     
  • La frecuencia: si los síntomas son esporádicos o crónicos. En el primer caso, en principio no son necesarios los antihistamínicos, y puede optarse por aliviar los síntomas con descongestivos o fitoterapia

 

 

Elegir el tratamiento más adecuado

 

También es importante conocer las indicaciones y contraindicaciones de cada tratamiento y comentarlas con tu paciente. Según el caso, se suele dispensar:

  • Descongestivos: nasales, principalmente a base de oximetazolina o nafazolina u orales, a base de efedrina o fenilefrina. Por sus efectos anticolinérgicos están contraindicados en pacientes con hipertensión, diabetes no controlada o pacientes con patologías cardíacas.  Pueden interactuar con medicamentos contra el asma o la hipertensión y su abuso causar rinitis crónica

     
  • Antihistamínicos: especialmente si los síntomas son crónicos o como prevención de ellos ante la exposición a un alérgeno. Pueden provocar somnolencia, mareo o visión borrosa, y hay que extremar la precaución ante pacientes diabéticos, cardiópatas, epilépticos o con glaucoma

     
  • Corticoides nasal: aptos para la obstrucción nasal

     
  • Fitoterapia: el mentol, la cúrcuma, el eucalipto o el regaliz también pueden ayudar a aliviar los síntomas

     
  • Colirios: si se presenta irritación y sequedad ocular, se puede dispensar un colirio que actúe como sustituto de las lágrimas oculares.

     

¿Cómo combatir los síntomas de la alergia?

 

Desde la farmacia podemos dar algunas recomendaciones y consejos para prevenir o minimizar los síntomas de la alergia que son especialmente útiles en los casos de alergias estacionales:

  • Informarse sobre los niveles ambientales de polen y contaminación atmosférica del lugar de residencia

     
  • Evitar actividad física intensa al aire libre

     
  • Mantener las ventanas de la vivienda cerradas

     
  • No secar la ropa en el exterior y descalzarse al entrar en casa

     
  • Consumir alimentos ricos en vitamina C y flavonoides: la vitamina C es conocida por su efecto antihistamínico natural, que se ve potenciado por los flavonoides. Comer kiwi, brócoli, naranja o pimiento rojo, en combinación con manzana, uva negra o té verde puede ayudar a sumar poder antihistamínico a la dieta diaria

     
  • Evitar alimentos como el chocolate, la mostaza, los fermentados, el queso, la leche o el vinagre, que contienen aminas precursoras de la histamina.



La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) dispone de una serie de documentos con información específica sobre diferentes alérgenos y recomendaciones para cada caso.

 

 

Fuente:

 

Informe Alergológica 2015 - Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC)

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