Lumbago o lumbalgia: diferencias y tratamientos

Lumbago o lumbalgia: diferencias y tratamientos

El dolor de espalda en la zona lumbar, conocido como lumbalgia, es muy común. Te explicamos las características y consejos para prevenir y aliviar este tipo de dolores.

Qué es el lumbago

El lumbago es un dolor agudo localizado en la parte inferior de la espalda proveniente de la columna vertebral, los músculos, los ligamentos o los nervios de la zona. Suele comenzar de forma repentina al realizar un esfuerzo físico o al hacer un mal gesto. Hay otros tipos de dolor en la misma zona que se pueden confundir con lumbago, pero que en realidad tienen un origen diferente, como los cólicos de riñón.

El lumbago es una dolencia frecuente que afecta a alrededor del 80% de las personas en algún momento de su vida. En la mayoría de los casos, el dolor se acaba resolviendo de forma natural y solo una pequeña parte se vuelven crónicos.

 

Diferencia entre lumbalgia y lumbago

El lumbago y la lumbalgia son denominaciones similares y, a menudo, intercambiables. Sin embargo, el término lumbago se suele usar cuando el dolor es más intenso y aparece de forma repentina, con frecuencia limitando el movimiento de la persona.

Por otro lado, el término lumbalgia se suele emplear más para referirse al dolor generalizado en la parte inferior de la espalda, independientemente de la intensidad.



Tipos de lumbagos o lumbalgias

La lumbalgia se divide en dos grandes tipos:

  • De tipo mecánico, cuando mejora con el reposo y empeora con el movimiento.
  • De tipo no mecánico, cuando no se modifica con el esfuerzo. El dolor no mecánico tiene un origen externo a la columna vertebral.

Además, existe la siguiente clasificación según otros factores, como la duración o la causa:

 

Lumbalgia crónica o lumbalgia aguda recidivante

En estos casos, el dolor de espalda dura más de 30 días y puede ser continuo, intermitente o acentuado según la postura. Suele acentuarse por la noche o al levantarse por la mañana, causando fatiga. Puede manifestarse como un dolor difuso y leve en la zona lumbosacra, en un solo lado y que irradia hacia las nalgas.

Normalmente, este dolor no impide a la persona caminar o tener cierta libertad de movimiento; es decir, no existe bloqueo, y suelen ser las posturas estáticas las que causan más dolor, como estar de pie mucho rato. Algunas causas frecuentes de lumbalgia crónica o recidivante son la mala postura y el sobrepeso.

 

Lumbalgia psicosomática

Algunas veces no existe una causa física aparente de la lumbalgia y el dolor no sigue ningún patrón lógico. Esto puede ser producto de una somatización, conocida también como lumbalgia emocional. Emociones como la ansiedad, la rabia y la tristeza suelen ser la causa. Además, el factor emocional influye en casi todas las lumbalgias, también en aquellas con causas físicas claras.

 

Lumbociática

La lumbociática o lumbalgia ciática, también conocida solo como ciática, es un tipo de lumbalgia asociada con una patología discal, como una hernia o protusión discal. Algunas causas frecuentes de esta patología son:

  • El sedentarismo.
  • El sobrepeso.
  • La falta de tonificación abdominal.
  • El tabaquismo.
  • Levantar peso con frecuencia.
  • Conducir muchas horas al día.
  • Reglas dolorosas.
  • Carencias de vitaminas del grupo B y de ácidos grasos omega 3 y 6.
  • Mala ejecución de técnicas deportivas.



Síntomas del lumbago o las lumbalgias

Los síntomas del lumbago o las lumbalgias se distinguen por un tipo característico de dolor. Estas son las señales comunes de lumbago, que pueden aparecer en cualquier combinación:

  • Dolor sordo.
  • Dificultad para moverse que puede variar desde una limitación leve del movimiento hasta dolor al caminar o estar de pie.
  • Dolor que irradia hacia las nalgas, las ingles o la parte superior del muslo, pero que no suele pasar de la rodilla.
  • Espasmos musculares.
  • Dolor al palpar la zona.

La lumbociática o lumbalgia ciática se caracteriza por estos síntomas:

  • Dolor persistente que puede agravarse durante unos días o semanas y después disminuir.
  • Dolor que puede ser peor en la pierna y en el pie que en la espalda.
  • Dolor que suele irradiar a una sola pierna o nalga.
  • Dolor que empeora después de permanecer sentado o de pie mucho tiempo.
  • Sensación de hormigueo o ardor.
  • Dolor que puede acompañarse de debilidad, entumecimiento o dificultad para mover la pierna.

 

Tratamientos para el lumbago

En caso de lumbalgia, lo más habitual es que el dolor mejore al cabo de una semana y remita por completo en el período de 4 a 6 semanas. Si este no es el caso, es necesario contactar con un profesional sanitario para que evalúe nuestro estado.

Para hacer frente al dolor en el día a día, algunas opciones disponibles son:

  • Suspender o reducir al mínimo posible la actividad física habitual durante unos días.
  • Aplicar calor o hielo en la zona donde más se note el dolor.
  • Tomar analgésicos de venta libre, siguiendo las instrucciones del profesional sanitario.

Aunque existen medicamentos que pueden recomendarse para la lumbalgia, no son la única opción. Muchas veces, los tratamientos no farmacológicos consistentes en fisioterapia, educación o modificaciones del estilo de vida son métodos eficaces para lograr un gran impacto en la reducción de este tipo de dolor. [1]

 

Prevención del lumbago: consejos y ejercicios

Como se ha señalado anteriormente, el lumbago es una dolencia común entre la población, pero hay medidas que pueden servir para prevenir este dolor o para minimizar su impacto. Una de las opciones más eficaces es el ejercicio y mantener una vida activa. [2]

Los ejercicios que ayudan al fortalecimiento de la espalda y a la mejora de la flexibilidad contribuyen a reforzar la musculatura y reducir la incidencia del lumbago. Además, se recomienda seguir hábitos saludables como:

  • Bajar de peso.
  • Dejar de fumar.
  • Practicar técnicas de relajación.
  • Seguir una alimentación saludable.



La relación entre la postura y la lumbalgia o el lumbago

La postura es otro elemento muy importante para evitar la aparición del dolor lumbar. Mantener una postura correcta previene los dolores lumbares y alivia los dolores que ya puedan presentarse, evitando su empeoramiento. Es importante vigilar la forma de sentarse, de mantener la postura al estar mucho tiempo de pie o de doblarse al levantar peso.



Lumbalgia y lumbago en el trabajo: cómo prevenir recurrencias

En función del tipo de trabajo, se deben seguir diferentes consejos según si el trabajo requiere pasar muchas horas de pie, muchas horas sentado ante un escritorio o cargar peso.

Para prevenir el lumbago al estar muchas horas sentado, se recomienda seguir estos consejos:

  • Utilizar una silla adecuada, giratoria, con respaldo recto y apoyabrazos.
  • Sentarse con la espalda recta, completamente apoyada en el respaldo del asiento, que debe adaptarse a la curvatura de la espalda.
  • Mantener las piernas flexionadas en ángulo recto, quedando las rodillas a la misma altura que los muslos.
  • Apoyar completamente ambos pies en el suelo o un reposapiés correctamente situado.
  • Al sentarse ante un escritorio, ajustar su altura y la de la silla de manera que los antebrazos se puedan mantener completamente apoyados en él.
  • Realizar un descanso cada hora, levantándose durante unos minutos.

Para evitar la lumbalgia si se está muchas horas de pie, conviene:

  • Mantenerse de pie con las piernas ligeramente separadas.
  • Colocar los pies alineados con las caderas.
  • Evitar inclinarse, manteniendo la espalda recta.
  • Alternar el peso entre un pie y otro.
  • De ser posible, andar en lugar de quedarse quieto, aunque sean unos pocos pasos.

Para levantar una carga pesada y evitar el dolor en la zona lumbar, se pueden seguir estos consejos:

  • Separar los pies para tener una mayor base de apoyo.
  • Flexionar las rodillas y no la espalda.
  • Situarse lo más cerca posible de la carga y levantar el peso pegado al cuerpo.
  • Utilizar los músculos de las piernas para hacer fuerza.
  • Apretar los músculos del estómago.
  • No doblarse hacia delante ni girar mientras se levanta la carga.
  • Pedir ayuda si el peso es excesivo para una persona.

 

 

Descubre más:

Dolores musculares: prevención y tratamiento 

 

Referencias

[1] Wong, J. J., et al. Clinical practice guidelines for the noninvasive management of low back pain: A systematic review by the Ontario Protocol for Traffic Injury Management (OPTIMa) Collaboration. European journal of pain, 2017, vol. 21, no 2, p. 201-216. [Acceso: 20/02/2023]

[2] Steffens, Daniel, et al. Prevention of low back pain: a systematic review and meta-analysis. JAMA internal medicine, 2016, vol. 176, no 2, p. 199-208. [Acceso: 20/02/2023]

[3] Ayala, Adela-Emilia Gómez. Dolor de espalda. Clínica y tratamiento. Farmacia profesional, 2007, vol. 21, no 5, p. 48-54. [Acceso: 20/02/2023]

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