lavar fruta y verdura

Cómo prevenir las intoxicaciones alimentarias en verano

En verano, el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias aumenta debido a la mayor presencia de microorganismos. Es fundamental conocer las medidas preventivas para evitar enfermedades de origen alimentario.

Aunque las intoxicaciones alimentarias pueden ocurrir en cualquier momento, en verano es necesario extremar las precauciones debido a la mayor afluencia de microorganismos, tanto en los alimentos como en las superficies donde se elaboran [1]. Estas intoxicaciones pueden afectar a una sola persona o a un grupo de personas que consumen un mismo alimento. Pueden ocurrir tanto en casa como en restaurantes u otros sitios públicos.

En la mayoría de casos, las intoxicaciones son leves y desaparecen por sí solas, pero otras veces los síntomas se pueden complicar y requieren hospitalización. En general, los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, vómitos, náuseas y diarrea, aunque pueden existir otros síntomas más específicos, dependiendo de la causa. [2]

Para evitarlas, es fundamental conocer al menos las más comunes y los riesgos que conllevan, además de poner en práctica una serie de medidas de prevención generales.

 

Grupos de riesgo de intoxicación alimentaria

Aunque todas las personas son susceptibles a padecer síntomas de más o menos gravedad, algunos grupos de la población son más vulnerables a las intoxicaciones alimentarias. Estos son: [3]

  • Adultos mayores. Con la edad, el sistema inmunitario pierde rapidez y eficacia a la hora de responder a organismos infecciosos.
  • Mujeres embarazadas. El embarazo produce cambios en el metabolismo y en la circulación que aumentan el riesgo de intoxicación alimentaria. Los síntomas pueden ser más graves y, en algunos casos más extraños, el feto también puede contagiarse.
  • Bebés y niños pequeños. Su sistema inmunitario no se encuentra del todo desarrollado, por lo que pueden surgir complicaciones.
  • Personas con enfermedades crónicas o sistema inmunitario debilitado. Por ejemplo, personas que sufren diabetes, alguna enfermedad hepática o sida/VIH. Estar en tratamiento de quimioterapia o radioterapia también es un factor de riesgo.

 

Claves para prevenir intoxicaciones alimentarias

El mejor abordaje de las intoxicaciones es la prevención. Para ello, es necesario seguir algunas reglas a la hora de preparar alimentos o, incluso, al consumirlos fuera de casa [4] [5].

  • Separar los alimentos crudos y cocidos y evitar el contacto. Al cocinarlos, es recomendable utilizar diferentes utensilios para su preparación, con el fin de evitar la contaminación cruzada.
  • Lavar las frutas y verduras con abundante agua, aunque se vayan a pelar.
  • No descongelar alimentos fuera de la nevera.
  • Si se compra comida preparada, consumirla cuanto antes y no dejarla fuera de la nevera.
  • Lavarse las manos cuidadosamente con frecuencia, antes y después de cocinar o limpiar. Siempre hay que lavarse las manos después de tocar carne cruda.
  • No poner alimentos en recipientes donde haya habido carne cruda.
  • No consumir alimentos después de la fecha de caducidad o con empaquetados rotos, defectuosos o con muescas.
  • No cocinar ni consumir alimentos con sabor u olor inusual.
  • Nunca beber agua de arroyos o pozos sin tratar. Para cocinar, utilizar solo agua potable.
  • Desechar los pañales de los bebés con precaución, de forma que las bacterias no se puedan diseminar a otras superficies o personas y, posteriormente, trasladarse a los alimentos.
  • En verano, cocinar los huevos completamente y nunca tomarlos crudos o con la yema poco hecha.
  • Si se elaboran platos con pescado crudo o poco hecho, se debe congelar antes para eliminar posibles parásitos.  
  • Si se guardan sobras de platos calientes, se deben volver a calentar a la máxima temperatura para eliminar posibles microorganismos dañinos.

 

Las intoxicaciones alimentarias más comunes

Una enfermedad transmitida por los alimentos puede ocurrir cuando se ingiere un alimento o agua que contiene bacterias, parásitos, virus o toxinas adversos para el organismo.

Estos microorganismos infecciosos o las toxinas que liberan pueden contaminar los alimentos en cualquier fase de la preparación o durante su manipulación. [3]

Estas son algunas de los causantes de intoxicaciones más comunes que se deben conocer [6] [7]:

 

Campilobacteriosis

Esta intoxicación causada por las bacterias Campylobacter puede ocurrir al consumir leche cruda, productos lácteos en mal estado o aves de corral poco cocinadas. Produce síntomas como diarrea, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, que suelen aparecer unos 5 días tras la ingesta.

 

Salmonelosis

Se trata de una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Salmonella. Los síntomas incluyen diarrea, náuseas, vómitos, fiebre y dolor abdominal y suelen empezar entre 6 y 72 horas tras la ingesta. La gravedad de estos síntomas puede requerir hospitalización, especialmente en personas con un riesgo elevado.

La Salmonella se encuentra en alimentos como los huevos crudos o poco cocinados, la carne de aves o el cerdo.

 

Listeriosis

La bacteria llamada Listeria monocytogenes se encuentra en alimentos crudos, como el pescado ahumado, las carnes crudas y los quesos en crema. También se han rastreado brotes en productos lácteos, germinados crudos (rábano, alfalfa, brotes de soja, etc.) y en frutas como el melón. Se trata de una infección grave con síntomas que pueden incluir náuseas, vómitos y diarrea.

 

Norovirus

Este grupo de virus son altamente contagiosos y se transmiten a través del contacto directo con una persona infectada (o a través de micropartículas de heces o vómito), al consumir alimentos o agua contaminadas o al llevarse las manos a la boca tras tocar algún elemento con el virus. Las causas de infección más comunes son el consumo de marisco poco cocinado o verdura cruda. Los síntomas pueden incluir diarrea, vómitos, náuseas y dolor de estómago.

 

Eschericia coli

El grupo de bacterias E. coli incluye varios tipos: algunos inofensivos para el cuerpo humano y otros dañinos. Estas bacterias, al entrar al organismo, pueden causar inflamación del intestino delgado (enteritis) y producir síntomas como diarrea, dolor abdominal y fiebre. Es la causa más común de la llamada “diarrea del viajero”.

Se produce, sobre todo, al consumir lácteos no pasteurizados, verduras crudas y otros alimentos poco cocinados.

 

Hepatitis A y E

Estas infecciones son producidas por virus. La hepatitis A puede ocurrir al consumir marisco mal cocinado o las verduras crudas, y suele causar inflamación del hígado, fiebre, diarrea, pérdida de apetito y malestar abdominal.

La hepatitis E se produce tras el consumo de carne cruda o poco hecha, como cerdo o hígado. El síntoma más común de esta enfermedad es la inflamación del hígado.

En ambos casos, estos virus se transmiten principalmente por vía oral y fecal; por ejemplo, a través del agua contaminada. En las familias, se puede transmitir cuando la persona encargada de cocinar no lleva una correcta higiene de manos.

 

Toxoplasmosis

El causante de la toxoplasmosis es un parásito llamado Toxoplasma gondii. Se suele contraer al consumir carne mal cocinada, leche de cabra, huevos o insectos, mediante la exposición a heces de gato infectadas o durante el embarazo. Muchas veces, esta infección pasa desapercibida, ya que los síntomas son muy parecidos a los de la gripe.

 

Botulismo

La causante del botulismo es la bacteria llamada Clostridium botulinum, que entra al organismo al ingerir alimentos mal conservados, como el pescado ahumado o en salazón. También se puede transmitir a través de procesos de elaboración que requieren mantener los alimentos a altas temperaturas durante cierto tiempo, como las patatas envueltas en papel de aluminio.

Se trata de una infección grave, aunque poco frecuente, que puede causar náuseas, vómitos, calambres abdominales, visión borrosa o doble, dificultad para tragar o hablar y boca seca, entre otros. 

 

Bacillus cereus

Bacillus cereus es un agente bacteriano que puede contaminar los alimentos y producir dos tipos de intoxicaciones: la forma diarreica (diarrea y dolor abdominal) y la forma entérica (vómitos y náuseas), según la fuente de infección. Se asocia sobre todo al consumo de derivados de la carne, sopas deshidratadas, especias, salsas vegetales, pasta y arroz contaminados.

 

En este manual, se encuentran una serie de recomendaciones para prevenir las intoxicaciones alimentarias. Además, incluye los síntomas y las causas más frecuentes.

Manual: Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias en verano 

 

Referencias

[1] Intoxicaciones alimentarias: muy atentos desde la farmacia a los grupos de riesgo. Diario Médico. Disponible en: https://www.diariomedico.com/farmacia/comunitaria/autocuidado/intoxicaciones-alimentarias-muy-atentos-desde-la-farmacia-los-grupos-de-riesgo.html [Acceso: 26/05/2022]

[2] Intoxicación alimentaria. Medline Plus. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001652.htm [Acceso: 26/05/2022]

[3] Intoxicación alimentaria. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/food-poisoning/symptoms-causes/syc-20356230 [Acceso: 26/05/2022]

[4] Consejos para prevenir intoxicaciones alimentarias. Interdomicilio. Disponible en: https://www.interdomicilio.com/consejos-prevenir-intoxicaciones-alimentarias/ [Acceso: 26/05/2022]

[5] Prevención de la intoxicación alimentaria. Medline Plus. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007441.htm [Acceso: 26/05/2022]

[6] Intoxicaciones alimentarias más comunes: los síntomas y los alimentos que las producen. La Voz de la Salud. Disponible en: https://lavozdelasalud.lavozdegalicia.es/noticia/enfermedades/2021/12/23/intoxicaciones-alimentarias-comunes-sintomas-alimentos-producen/00031640275829354813702.htm [Acceso: 26/05/2022]

[7] Listeria (Listeriosis). Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Disponible en: https://www.cdc.gov/spanish/listeria/prevention.html [Acceso: 26/05/2022]

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